En ese momento eras un completo desconocido que estaba molestando a mis amigas. Fui grosera contigo, sin saber que más tarde volverÃas a aparecer en mi vida.
Los dÃas pasaron y gracias a una vieja amiga todo sucedió. Ese maravilloso dÃa te vi llegar, nuestras miradas se encontraron y lo supe, eras todo para mÃ.
Tú hacÃas que estuviese viva por dentro, tú dibujabas una sonrisa permanente en mi boca, incluso cuando estabas ausente mis fuerzas no se agotaban. Tus abrazos eran un paraÃso situado en un mundo paralelo, en el que el tiempo se paraba y los problemas desaparecÃan. Tú eras ese "algo" que hacÃa mi vida mágica.
Pero un dÃa, ellos me descubrieron y por miedo a que empezasen a controlar mi vida te dejé. Fui la persona más cobarde que conozco en el universo, no tuve dos cojones para luchar por alguien que realmente merecÃa la pena. Fui la cobarde que dejó escapar a una persona totalmente sincera, de esas que ahora es muy difÃcil encontrar.
Tras dejarlo prometimos seguir hablando como amigos, pero yo cada dÃa lloraba más y no podÃa tenerte como un simple amigo. Entonces, dejé de hablarte. Lloré, lloré y lloré durante meses hasta que me quedé vacÃa por dentro y tuve las suficientes fuerzas para sonreÃr a pesar de estar rota.
Hoy, cuatros años después, sigo siendo la misma que sonrÃe y sigue adelante estando rota por dentro; continuo estando vacÃa y TE ECHO DE MENOS.
Me sigo sintiendo una cobarde y tonta que dejó escapar a alguien que me querÃa como nadie me ha querido jamás.
De vez en cuando te veo de lejos y todo mi interior se revuelve, pero ni siquiera sé si tú me recuerdas. Millones de veces me he planteado volver a hablarte; sÃ, aún conservo tu número de teléfono. Pero vuelvo a ser la cobarde de siempre y año tras año no tengo la suficiente valentÃa para contactar contigo de nuevo. ¿Por qué no lo hago? Porque tengo miedo a que tú no te acuerdes de quien soy, porque tengo miedo a que me digas "no quiero volver a hablar contigo" o "ya no me gustas", porque tengo miedo a decepcionarte una vez más...
TE ECHO DE MENOS y si algún dÃa tengo el suficiente coraje para hablarte, te prometo que no volveré a cometer el mismo error.
PD: necesitaba que el mundo me escuchase.
PD2: si crees que esto va por ti, no dudes en hablarme.